El incendio todavía activo en el municipio coruñés de Ribeira, uno de los últimos focos en ola de fuegos registrada en Galicia en los últimos días que ha dejado ya un millar de hectáreas quemadas, se encuentra estabilizado después de calcinar unas 175 hectáreas forestales, ha informado la Xunta.
El fuego fue detectado el pasado viernes en una zona de la parroquia de Oleiros y las llamas se extendieron a zonas del vecino municipio de Porto do Son.
Según el departamento de Medio Rural de la Xunta, finalmente el fuego ha quedado estabilizado.
Un total de veinte brigadas y once agentes forestales, con ayuda de trece camiones motobomba y el apoyo aéreo de cuatro hidroaviones y nueve helicópteros, intervinieron ayer en la zona.
Esos equipos contaron con el respaldo de 78 militares del equipo de la UME que se encuentra operativo en Galicia en los últimos días.
Según el conselleiro de Medio Rural, José González, hay sospechas de que algunos de los fuegos han sido intencionados tras hallar artefactos incendiarios de fabricación casera.
Otro incendio forestal detectado en la madrugada del viernes en la parroquia de Sardiñeiro, en Fisterra (A Coruña), ha sido extinguido alrededor y ha afectado a 134 hectáreas, según la Consellería de Medio Rural.