El interventor Antonio Martín Marugán salió magullado de uno de los vagones descarrilados. Según las cajas negras, minutos antes había estado hablando con el maquinista, una conversación que ocultó en sus declaraciones ante la policía, pero que ahora reconoce.
"No sabría precisar el momento exacto de la llamada, lo que sí es verdad es la llamada. No la he ocultado, no era de tipo personal sino profesional. No dije nada sobre ella porque no me acordé", señaló.
Dice no recordarla, pero para el juez es vital por haberse producido sólo unos minutos antes de que el tren se saliera de la vía. Quiere saber si el despiste del maquinista podría estar relacionado con esta conversación.
"Las llamadas son habituales pero no para hablar del partido de ayer", así se excusa el interventor, mientras desde Renfe aseguran que este tipo de llamadas son excepcionales.
La conversación se centraba en pedir al maquinista que aparcara cerca de las vías de Pontedeume para facilitarle la bajada a una familia. Si fue una llamada normal y de contenido laboral, ¿por qué la ocultaron?