Encarna Contreras es una mujer dependiente de 60 años que necesita un respirador nocturno, motivo por el que es beneficiaria del bono social eléctrico. "Me llegan facturas de entre 24 y 27 euros, que está bien dentro de lo que cabe, pero antes me venían facturas de más de 100 euros", cuenta Contreras a la Sexta.

Se trata de un descuento en la factura de la luz que, como ella, ven más de un 1,2 millones de ciudadanos. Además, con la llegada del frío, su demanda se ha disparado: solo en la última semana de noviembre hubo 3.000 solicitudes.

Además, Encarna Contreras cuenta con otra ventaja: se le aplica el principio de precaución, que solo existe en Cataluña. "Si no, no tendría luz. Lo que tengo ahora es la tranquilidad de que no me la van a cortar", manifiesta.

¿En qué consiste el principio de precaución?

El principio de precaución obliga a las suministradoras a consultar con servicios sociales antes de poder cortar al luz, una medida que asociaciones contra la pobreza energética piden que se amplíe a todo el país: "Que se implemente de manera urgente un periodo de carencia para que no se puedan cortar los suministro mientras no se hace un cambio en la ley que incluya el principio de precaución", defiende María Campuzano, portavoz de Alianza contra la Pobreza Energética.

El Gobierno trabaja en ampliar el margen que se da antes de cortar la luz

Sin embargo, el Gobierno, en declaraciones a laSexta, dice que no se lo plantea, aunque trabaja en ampliar el margen que se da a las personas con impagos antes de cortarles la luz. "Estamos viendo cómo se puede extender el plazo de cuatro a seis meses hasta el final de la pandemia", Teresa Ribera, vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica.

Pero esta idea no contenta a los activistas contra la pobreza energética. En este sentido, María Campuzano afirma que "no es una solución porque al final lo que hace es traspasar el problema a más adelante".

El Ejecutivo ya incluyó a los parados o en ERTE como beneficiarios del bono eléctrico. Ahora trabaja por mejorar la asistencia: "Hay que encontrar la sinergia con los servicios sociales y municipales en algo que esperemos pueda materializarse pronto, como es la idea de un mediador de suministros, es decir, alguien que entienda buen cuáles son los hogares que pueden tener una dificultad", señala Teresa Ribera.

La vicepresidenta asegura que quieren tener esta figura del mediador de suministros para principios de 2021 y se podría incluir también la creación de un bono multiservicios que proteja, además de la luz, el agua y el gas.

Aun así, las plataformas piden seguir simplificando los trámites, ya que las personas más vulnerables, como las que atienden en Cruz Roja, no siempre saben a quién acudir. La ONG ha reforzado sus servicios este invierno, pasando de 15.000 a 17.000 intervenciones, aunque debido al coronavirus, solo las hacen por teléfono.