La función comenzó como un espectáculo más de hipnosis. Una representación en la que el mentalista Pablo Raijenstein dio claves al público para conseguir hipnotizarles. No obstante, para una de las espectadoras el final del 'show' no fue como para el resto.
"De repente me llaman y me dicen que hay una persona que parece que está hipnotizada. Me acerco y veo que está en un trance del que no quiere salir", relata Raijenstein.
Después de más una hora intentando despertarla y al ver que no era posible, un equipo de la unidad psiquiátrica del SAMUR de Madrid tuvo que asistir a la joven. "Por su bien tuvieron que llevarla al hospital", explica el mentalista.
Un caso muy inusual, reconoce el hipnotizador, que aún no consigue explicar exactamente el porqué de esta reacción. "Si está más deprimido, si no está a gusto despierto, va a querer dormir", cree Raijenstein. Para los expertos es totalmente posible.
"La mente es suficientemente poderosa para sugestionarse y sufrir esa especie de trance hipnótico", detalla el psicólogo Federico Casado. Apuntan a tres posibles causas. "O bien estaba cansada o bien hay que evaluar si tuvo un brote psicótico", considera el presidente de 'Psicología sin Fronteras', Guillermo Fouce.
La joven está bien y con ganas de volver a ver el espectáculo. Su caso se ha quedado en un susto, pero los psicólogos insisten en que la hipnosis siempre tiene que ser gestionada a través de un profesional de la salud mental.