Leticia se vio obligada a cerrar su tienda de ropa por la crisis sanitaria del coronavirus. Ahora tiene el almacén lleno de prendas que no ha podido vender. "Incluso cajas que no hemos podido ni sacar, que nos llegaron justo cuando tuvimos que cerrar", explica.

Lo mismo le ocurre a Inés, que desde hace más de un mes no vende nada. "Cuando hemos tenido que cerrar la tienda es cuando teníamos la tienda llena de ropa, con todo el género dentro", apunta.

Como ellas, los dueños del pequeño comercio aseguran que las rebajas les harían mucho daño. Por eso, piden que se suspendan. "Si abro la tienda con rebajas, tengo que cerrar, directamente", asegura Alicia. "Me hundiría", asevera esta propietaria.

Las ventas en el pequeño comercio textil han caído un 85%. Solo pueden vender online y eso les supone un 15%. Las federaciones de comerciantes aseguran que el primer mes que puedan volver a abrir van a perder hasta un 70% y los expertos auguran que de aquí a verano entre el 20 y el 30% del pequeño comercio podría cerrar.

"Los pequeños comerciantes llevan 40 días cerrados y tenemos que darles tiempo suficiente para poder sacar los stocks y las inversiones que han realizado para esta campaña", afirma Eduardo Abad, secretario general de UPTA.

Si hay rebajas, a las tiendas pequeñas no les salen las cuentas: necesitan vender el género a su precio para no perder mas dinero. "Lo que no queremos es que haya ese tipo de acciones que nadie controla, en las que se ponen unos descuentos del 50 o 70% o el día sin IVA", explica Carlos Moreno, de la Confederación Española de Comerciantes.

Una posición que choca con la de las grandes tiendas. Para ellas las rebajas son fundamentales y una oportunidad para dar salida a todos los productos. "Las tiendas están repletas de producto y necesitan darle salida de una manera agresiva, con lo cual están dispuestos a hacer rebajas importantes", indica Jordi Jané, presidente de BCN Comerç.

Si no se prohibieran las rebajas, el pequeño comercio propone, como alternativa, que al menos se retrasen.