El acusado de asesinar a Vanessa Ferrer ha asegurado ante el juez, entre lágrimas, que todo fue un accidente. "¿Cómo no me voy a arrepentir? La chica era un encanto. Yo no quise hacerle daño", declaraba ante el juez Rubén Mañó.

El joven, para el que piden prisión permanente revisable, lleva cuatro años en prisión provisional y está acusado de violar a la joven de tan solo 15 años y después matarla. En su testimonio, ha insistido en que estaba bajo los efectos de las drogas pese a que es un relato que no comparte la acusación: "Llevaba varios días consumiendo, pero ese día creo que mínimo fueron 5 gramos de cocaína".

Rubén también ha pedido perdón a la familia de la joven de tan solo 15 años asegurando que no podrá perdonarse en la vida lo que ocurrió.

La acusación particular y la fiscalía sostienen que el joven la violó, la golpeó, la estranguló y después arrojó su cadáver con la intención de que no fuera encontrada.

En el mismo juicio también ha declarado la hermana de la víctima, que ha recordado como el acusado le decía a Vanessa: "Te estas haciendo mayor, estás tremenda, los tendrás a todos locos". Además, ha asegurado que la joven nunca había estado antes a solas con Rubén y que el día de los hechos "fue engañada".

En las puertas del juzgado, un día más, centenares de personas se han concentrado para pedir que se haga justicia por el asesinato de la joven.