Los vecinos del municipio madrileño de Manzanares el Real (9.000 habitantes) se han llevado una sorpresa. Especialmente los más pequeños y los padres de estas criaturas. La duquesa y escritora Almudena de Arteaga, también propietaria del castillo de Manzanares El Real, les ha cerrado el parque al que iban todas las tardes, el del Infantado. Además, la duquesa tiene en mente cerrar también el castillo.
Resulta que el parque fue cedido por el Duque del Infantado en vida, el abuelo de la susodicha. Su familia ha querido recuperarlo desde su muerte. El Ayuntamiento de Manzanares el Real ha intentado llegar a un acuerdo con la propietaria para mantener el parque, aunque las negociaciones no han llegado a buen puerto.
El consistorio ha intentado adquirir el terreno pero “ha sido imposible por la diferencia de cuantías” que pedía la propiedad, que demandaba 2,5 millones de euros, frente a los 150.000 euros que podría pagar el Ayuntamiento, "según una tasación independiente y los informes técnicos", explicaba el lunes el alcalde.
"Si la cesión concluyó en 2015, han pasado nueve años en los que (desde el Ayuntamiento) han podido generar un plan alternativo antes de que Almudena de Arteaga presentara la demanda de desahucio", sostienen las familias en el manifiesto; y se quejan de que la "falta de previsión" del consistorio les ha dejado ahora "sin alternativa".
Los pequeños se tendrán que conformar con ver sus columpios desde fuera del recinto. Ya no podrán volver a jugar con ellos. Más de 250 personas se concentraron este martes en el municipio madrileño de Manzanares el Real para pedir a la duquesa y escritora Almudena de Arteaga que reconsidere su decisión de recuperar un parque infantil que su abuelo cedió al municipio madrileño hace casi 50 años.
"Pedimos a la señora De Arteaga que reconsidere su decisión y que, en un acto de generosidad, pueda observar la necesidad de sus vecinas y vecinos, de los niñas y niños del pueblo de poder disfrutar de un parque como el del Duque del Infantado, así como el impacto negativo que su cierre puede tener sobre tantas personas en relación a su calidad de vida, la conciliación familiar o el tejido social", señalaba el manifiesto leído por dos madres del grupo de familias convocante de la reunión a unos metros del parque, cerrado desde el lunes y cuyos juegos infantiles han comenzado a ser desmantelados por operarios horas antes.
Tras reconocer que se trata de un terreno de su propiedad y que "legalmente tiene todo el derecho" a tomar las decisiones que crea oportunas, apelan "a su sentido de la empatía que tanto ha demostrado en sus libros y a su amor por el pueblo y su legado familiar para valorar el beneficio social que supone que continúe con la labor de su abuelo y permita que las familias de Manzanares podamos seguir cuidando y haciendo un buen uso de este espacio que tanto bien nos hace, que necesitamos y que apreciamos tanto".
La propuesta del equipo de Gobierno que dirige el socialista José Luis Labrador pasa por trasladar el parque a un antiguo vivero que carece de superficie arbolada y que era utilizado hasta ahora como aparcamiento y recinto ferial. Las familias reclaman a la propietaria abrir un espacio de diálogo para mantener abierto este espacio de socialización, diversión y el parque más grande y con más sombra del pueblo.