Los hechos tuvieron
lugar sobre las 18,00 horas del 18 de enero cuando los agentes patrullaban por
Lucena, concretamente por la carretera de Cabra, y fueron requeridos por los
ocupantes de otro vehículo quienes pedían auxilio de manera angustiada.
Del coche se bajaron
varias personas con un bebé inconsciente en sus brazos, por lo que los agentes
actuaron sin demora y uno de ellos se dirigió rápidamente hacia el vehículo
para comenzar su asistencia, mientras que el otro solicitaba la asistencia de los
servicios médicos a través de la Sala del 091.
El agente comprobó que
la niña tenía los ojos cerrados y no reaccionaba a los estímulos, por lo que,
tras verificar la ausencia de pulso y que no respiraba, comenzó la maniobra de
Heimlich ante la posibilidad de que se hubiera atragantado y tuviese las vías
respiratorias obstruidas.
Tras colocar a la menor
en posición de seguridad, el agente golpeó sobre las escápulas comprobando que
empezaba a reaccionar y expulsaba flemas, por lo que reaccionó con un ronquido
y comenzó a respirar levemente. En esta situación se mantuvo hasta la llegada
de los servicios sanitarios, que estabilizaron a la pequeña hasta su traslado
al centro hospitalario de referencia.
La Policía ha destacado
que la actuación de los servicios policiales y sanitarios fue "rápida y
efectiva", logrando salvar la vida del bebé, que tras pasar varias horas
en el hospital, fue dado de alta en perfecto estado.