EL ASESINO LLEGÓ A IR A LOS FUNERALES DE SUS VÍCTIMAS
La doctora que certificó las muerte de Olot firmó fallecimientos sin ver los cuerpos
Según ha explicado durante la celebración del juicio, en todos los casos en los que los pacientes presentaban síntomas de haber perdido la vida a consecuencia de sus dolencias, determinó que las causas se derivaban de complicaciones de salud.

La doctora que certificaba las muertes de los ancianos en el geriátrico de OLot le ha contado al juez que en muchos casos ni siquiera veía los cuerpos de las víctimas. Era el propio celador al que se juzga quien preparaba los cadávares. Los peritos han declarado que el sufrimiento de los ancianos envenenados fue insoportable.
La doctora ha recordado que los ancianos que estaban en la Caritat eran personas frágiles y ha dicho: "sí sorprende que una persona joven muera, pero que muera una persona mayor es esperable". El juicio seguirá con las declaraciones de los peritos que hicieron el análisis y los informes de los cuerpos exhumados.
En todos los casos que certificó, ha mantenido que los pacientes presentaban síntomas de haber fallecido como consecuencia de sus respectivas dolencias, ya fueran insuficiencias respiratorias, diabetes, o problemas cardíacos, y que certificó que las causas de las muertes se derivaban de complicaciones de su delicada salud.
La directora del Hospital de Olot, Josefina Felisart, cree que las lesiones que presentaba Paquita Gironés, la última víctima del celador del geriátrico de Olot (Girona), Joan Vila, se debieron a que intentó evitar que éste la matara.
En la sesión de del juicio que se celebra en Girona contra el asesino confeso de once ancianos del geriátrico La Caritat de Olot entre agosto del 2009 y octubre del 2010 han declarado, entre otros, doctores del Hospital de Olot, la directora y la doctora del geriátrico.
La directora del Hospital ha relatado que tras saber que se había alertado a los Mossos d'Esquadra porque todo apuntaba que Paquita Gironés, que no tenía movilidad, había fallecido en el centro tras haber ingerido un líquido corrosivo, se presentó en el Hospital.
Felisart fue a ver el cadáver y lo encontró con la lengua negra, hinchada y fuera de la boca, quemaduras en al zona del mentón y la boca, en la parte superior del tórax y con un hematoma en un pómulo. "Tapé y guardé el cuerpo y llamé a los Mossos para decirles que era una muerte violenta y que no firmaríamos el certificado de defunción, que siguieran el protocolo habitual en estos casos", ha relatado.
A preguntas del fiscal, la directora ha explicado su impresión personal: "Hubo un rechazo por parte de ella. Lo lógico es que la persona se revele ante la situación, que se moviera". Considera que la víctima se "intentó defender con los brazos", lo que habría provocado que el ácido que le estaba haciendo tomar el celador le salpicara el tórax, y respecto al hematoma lo ha atribuido a "un golpe en el contexto de una pelea, porque ella no se lo quería tomar".