La religiosa Kosaka Kumiko, una monja de 42 años, dice que es inocente, pero la policía argentina ha tenido que cursar una orden de busca y captura para poder detenerla. Tras un mes en fuga, ella misma se ha entregado, eso sí, acompañada de un abogado.
De origen japonés, está acusada, por múltiples testigos, de encubrir a sacerdotes pederastas y no solo eso, también de facilitarles "victimas sumisas", jóvenes del instituto Provolo de Menzona, en Argentina.
Como dice otra religiosa, todos son chavales con dificultades, la mayoría con discapacidad auditiva. Pero a ella poco le importó, una de las niñas cuenta como la monja la habría entregado como trofeo a los religiosos.
Tras la supuesta violación, Kosaka Kumiko se encargó de colocar un pañal a la menor de cinco años para evitar la hemorragia que el abuso habría provocado. Incluso ella misma habría participado en una violación y obligado a las menores a tocarse mientras ella veía pornografía.
La monja ya ha declarado ante el juez, ha estado diez horas y ha salido imputada. Con ella ya son seis los detenidos. Ella, de momento, lo niega todo pero la justicia dirá si realmente es Ángel o Demonio.
016, teléfono contra el maltrato
Un hombre mata a una mujer a puñaladas delante de su hija mientras conducía y sufre un accidente en Mallorca
Los datos Con este nuevo crimen son ya 44 las víctimas por violencia machista en 2024. Se trata de la primera víctima mortal por violencia de género en Baleares desde 2021, según datos de la Delegación del Gobierno.