El autor de estos hechos
fue identificado como Graziano Cecchini, un activista vinculado con la extrema
derecha que hace una década, en 2007, realizó esta misma acción. El hombre
accedió al vaso de la fuente y comenzó a verter un líquido rojo que rápidamente
tiñó sus aguas y las autoridades procedieron a cortar el flujo para evitar que
el producto dañara el monumento, recientemente restaurado.
Cecchini fue detenido
por la Policía y las autoridades investigan eventuales daños en el
monumento para formalizar una denuncia en su contra, según los medios locales.
El autor, que en el pasado lanzó medio millón de pelotas de colores por la
escalinata de la Plaza de España, señaló que siempre ha creído "en las
formas de arte que emocionan y transmiten estupor, sentimiento y
reacción".
"Hoy Roma necesita
reaccionar, despertar de este falso entumecimiento y gritar ¡no puedo
más!", destacó el activista en una publicación de su perfil de Facebook.
En este sentido vinculó su acción a una denuncia sobre el grado de degradación
que padece la ciudad que, a su parecer, "está apagada y adormecida en
medio de su propia suciedad y corrupción".
"Diez años después,
repito mi actuación para tratar de sacudir los ánimos, acepto el riesgo de
alzar la voz por todos aquellos que piensan que 'no sirve para nada'",
destaca, para después asegurar que el producto rojo no daña el monumento.