Agentes del grupo de ciberdelincuencia de la Policía Nacional en Almería han logrado dar caza a uno de los estafadores profesionales más prolíficos del país.
Tras su detención ha sido complicado conocer el alcance de sus estafas, pero sí se ha podido acreditar que tenía en su poder 576 Documentos Nacionales de Identidad, 313 cuentas bancarias, 31 tarjetas de crédito y cerca de 150.000 euros en 308 préstamos bancarios a nombre de otras personas.
La investigación comenzó a finales de 2021 a raíz de una denuncia que se interpuso en León, en la que un hombre denunciaba que con su identidad se estaba llevando a cabo una contratación fraudulenta de líneas telefónicas y terminales móviles de alta gama.
Las primeras pesquisas permitieron confirmar que tanto las líneas como los terminales se pagaron con cuentas que el estafador había abierto a nombre de otras personas.
Analizando los metadatos de las transacciones bancarias y telefónicas, los especialistas en cibercrimen pudieron relacionar este hecho con decenas de estafas y usurpaciones de identidad sucedidas por todo el territorio nacional.
Así llegaron hasta el presunto estafador, un joven murciano de Totana, que tenía antecedentes policiales por estafas de poca entidad. Dar con él no fue fácil, pues se alojaba en hoteles con la identidad de otras personas y viajaba en vehículos alquilados con documentación falsa.
Con esta situación, se emitió una orden de busca y captura sobre el presunto estafador, orden que logró sortear al ser identificado por otro cuerpo policial presentando la documentación de un usurpado con el que guardaba gran parecido físico.
'Modus operandi': ligaba para hacerse con nuevas identidades
Pero mientras tanto, los investigadores iban conociendo más y mejor su 'modus operandi'. El ahora detenido usaba aplicaciones de citas para seducir a chicas "interpretando un personaje ficticio hasta lograr mudarse con ellas", recoge la nota de prensa de la policía.
A estas parejas las mentía sobre sus estudios, sobre su vida personal y llegaba a fingir que "madrugaba para irse a trabajar a empresas reputadas". La realidad es que pasaba los días en un bar con un ordenador portátil cometiendo fraudes.
Cuando conseguía entrar en casa de sus víctimas, el delincuente se hacía con su documentación, la de los familiares de las chicas y la de sus amigos para usarla en sus fraudes.
Además, compraba vehículos que financiaba a nombre de las víctimas y después los vendía en concesionarios y casas de empeño.
Así le dieron caza
Una vez los agentes conocían cómo actuaba, lograron averiguar que iría al Hospital Rafael Méndez, en Lorca, a visitar a un familiar.
Fue allí cuando los policías lograron detenerle. El estafador no opuso resistencia.
El alcance de su estafa
Con el análisis del material informático y telefónico intervenido, los agentes han conseguido acreditar que en los últimos meses llegó a tener 576 DNI, 313 cuentas bancarias, 31 tarjetas de crédito, 231 tarjetas SIM, 37 contratos telefónicos y 30 nóminas falsas.
También tenía en su poder diversa documentación con la que consiguió cambios de datos de las personas usurpadas en los sistemas informáticos de la Tesorería de la Seguridad Social.
Además, había conseguido 148.892 euros gracias a 308 préstamos concedidos por distintas entidades financieras a nombre de otras personas.
El detenido, al que se le acusa de los delitos de estafa continuada, usurpación de estado civil y falsedad documental, se encuentra en prisión provisional.
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