La Policía ha detenido en Ceuta a un ciudadano español al que ha calificado como "pieza esencial" en el aparato de captación y adoctrinamiento del autodenominado de Daesh. En un comunicado, el Ministerio del Interior ha anunciado la detención, que se ha llevado a cabo por agentes de la Comisaría General de Información en colaboración con la Brigada Porvincial de Información de Ceuta y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
El detenido, de 29 años y nacionalidad española, formaba parte una "red salafista-yihadista" con sede en el barrio del Príncipe de la ciudad, "que ya había sido desarticulada parcialmente el pasado mes de noviembre".
En esta operación fueron detenidas cuatro personas, todas ellas implicadas en la captación de "jóvenes vulnerables" con el fin de "lograr progresivamente su radicalización". El joven, cuya identidad no ha sido revelada, presentaba una "estética fundamentalista" en su aspecto físico y, para su labor de captación, "reproducía de forma reiterada gran cantidad de material de Daesh donde se mostraban imágenes de ataques terroristas o la ejecución de acciones de martirio junto a su recompensa en el paraíso", explica Interior.
El detenido también gestionaba "un perfil en las redes sociales con claras evidencias de su adhesión" al grupo yihadista, desde el cual "enseñaba pautas a otros jóvenes para visionar publicaciones yihadistas sin ser detectados".
Interior ha precisado que "muchas de estas pautas de seguridad le eran proporcionadas por su propia mujer, quien ya había sido detenida anteriormente por su labor de adoctrinamiento y captación terrorista, entre las que destacaban la eliminación del contenido ya visualizado".
Por otro lado, el detenido había trasladado a su círculo cercano "su intención de trasladarse a zona de conflicto para combatir como 'muyahidín'", si bien habría matizado que en primer lugar tenía previsto trasladarse a Marruecos o Bélgica "para no despertar sospechas en caso de marcharse de forma inesperada".
Según Interior, realizaba estas prácticas "en el interior de su vehículo", al que consideraba un "entorno seguro y clandestino" en el que podía evitar "ser detectado y detenido".