Los 15 detenidos, con edades comprendidas entre los 25 y los 47 años, once de nacionalidad colombiana, tres españoles y un marroquí, han sido detenidos por un presunto delito contra la salud pública y por pertenencia a organización criminal.

Según informan los Mossos, a finales del 2015 los investigadores empezaron a investigar a una organización criminal establecida en Barcelona dedicada al tráfico de cocaína al por mayor, una investigación larga para recopilar la información necesaria sobre la actividad del grupo.

En este sentido, los Mossos destacan que los miembros del grupo tomaban medidas de seguridad como el uso de inhibidores durante las reuniones en los domicilios que utilizaban como puntos de venta, así como durante el transporte de la droga, y se servían de testaferros a la hora de comprar los vehículos o alquilar los inmuebles para evitar que se les pudiera relacionar con la actividad delictiva que realizaban.

En el transcurso de la investigación, que ha tenido su punto álgido durante 2016, los Mossos aseguran que han podido constatar que la organización distribuía cocaína en diferentes puntos de Cataluña en cantidades superiores al medio kilo por transacción y que estaba encabezada por tres hermanos de nacionalidad colombiana que disponían de tres domicilios y tres plazas de aparcamiento, desde donde llevaban a cabo el tráfico de cocaína.

Los traficantes utilizaban uno de estos domicilios como punto de venta y laboratorio, donde adulteraban la cocaína para aumentar su beneficio, mientras que en el segundo domicilio almacenaban la cocaína ya preparada para la venta y el dinero obtenido por transacciones ya realizadas.

Por último, el tercero de los domicilios lo utilizaba el jefe de la organización criminal para guardar grandes cantidades de dinero en efectivo, además de varios artículos de lujo de gran valor como relojes o bolsos de reconocidas firmas comerciales.