La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha informado de la detección de 150 casos "confirmados y probables" de salmonella en diez países europeos, entre ellos España, tras el cierre de una fábrica del grupo Ferrero en Bélgica.

"Los productos de chocolate fabricados por una empresa en su establecimiento de Bélgica han sido identificados como la fuente de un brote de salmonella en varios países", indicó la EFSA en un comunicado conjunto con el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) tras detectar casos de la bacteria vinculados a los chocolates Kinder de la compañía.

La EFSA sostuvo que "hasta el 8 de abril, se han notificado 150 casos confirmados y probables de Salmonella Typhimurium monofásica en nueve países de la UE/EEE (Bélgica, Francia, Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, España y Suecia) y en el Reino Unido", y que las infecciones "se han producido principalmente en menores de 10 años".

Los expertos de la EFSA y el ECDC creen que "se necesitan más investigaciones para identificar la causa raíz, el tiempo y los posibles factores detrás de la contaminación, incluida la evaluación de un posible uso más amplio de materias primas contaminadas en otras plantas de procesamiento".

El comunicado recordó que en diciembre del pasado año se detectó esta bacteria "en un tanque de suero de leche en el establecimiento belga de esta empresa durante sus propios controles". La planta era de Ferrero, aunque el comunicado no lo cita expresamente, y subraya que el fabricante de chocolatinas "implementó medidas de higiene y se incrementaron las muestras y pruebas de los productos y el entorno de procesamiento".

La empresa obtuvo una prueba negativa de salmonella y distribuyó sus productos por todo el mundo, pero en marzo un equipo de científicos vinculó las infecciones "con el establecimiento en Bélgica mediante técnicas avanzadas de tipificación molecular".

A partir del 2 de abril, las autoridades belgas emitieron "advertencias de salud pública y la empresa llevó a cabo un retiro voluntario de productos y lotes específicos en varios países", mientras que el 8 de este mes se le retiró a Ferrero el permiso de producción en la instalación.

Ferrero, por su parte, reconoció el 8 de abril "ineficiencias internas" y un "retraso en la retirada" de ciertos productos fabricados en una planta de Arlón (sur de Bélgica) y explicó que había quitado del mercado los lotes de los productos producidos en el establecimiento.