El Ayuntamiento de Águilas, en Murcia, ha denunciado que solo el 33% de las mujeres que dan a luz en el Hospital Rafael Méndez, en Lorca, reciben la epidural. Un hecho que no responde al deseo de la mujer de no ser anestesiada, sino a la falta de anestesistas en el centro sanitario.

Así lo ha indicado la concejala de Sanidad del consistorio, María Dolores García Albarracín, en una rueda de prensa en la que también ha participado la diputada socialista, Rosalía Casado; el edil de Sanidad del Ayuntamiento de Lorca, José Ángel Ponce; y la portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Puerto Lumbreras, María Rosa García.

"Son muchas las mujeres que en el momento del parto solicitan en tiempo y forma que se les administre la analgesia epidural, único medio para paliar el dolor en el trabajo de parto. Cuando digo que lo solicitan en tiempo y forma me refiero a que llevan sus analíticas hechas y se encuentran en una fase del parto adecuada. Sin embargo, se encuentran con que el anestesista no puede acudir al paritorio; algo que se debe, única y exclusivamente, a la falta de estos especialistas en el Hospital Rafael Méndez", ha explicado la edil.

Esta situación, ha denunciado, sucede ante "la imponencia de los profesionales" que las están atendiendo en ese momento, así como "ante la desesperación de la propia mujer por el dolor y su acompañante".

Asimismo, la titular de Sanidad del Ayuntamiento de Águilas ha asegurado que "se están derivando intervenciones ginecológicas al Hospital concertado Virgen del Alcázar". Una situación que le preocupa porque, dice, "pasan de un hospital universitario, con todos los medios disponibles que pudieran ser necesarios ante una complicación, a otro mucho menos dotado".

Tras denunciar estos hechos, García Albarracín ha adelantado que el PSOE elevará al pleno del mes de noviembre una moción para instar al Gobierno Regional a poner todos los medios necesarios para que toda mujer que lo desee, y cuya situación clínica lo permita, pueda dar a luz en el Hospital Rafael Méndez con analgesia epidural.

Con algún 'pero'

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Así lo ha ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Eso sí, enfatiza que el insulto debe ser "concreto y aislado" en un contexto determinado, como el caso de un empleado al que le pidieron que se quedara a una reunión al terminar su turno.