Los estantes tendrían que estar llenos de medicamentos y están empaquetados. Los pasillos tendrían que estar llenos de pacientes, andando y rehabilitándose o disfrutando de sus nuevas ventanas, instaladas hace sólo dos semanas. Pero el aspecto de este hospital, el Instituto Cardiológico, es el de un centro que está siendo desmantelado.

José Antonio Rivero es miembro del Comité de Empresa del Instituto Cardiológico de Madrid. Para él, es ''evidente'' el desmantelamiento y lamenta que lo hagan, todavía, ''sin norma jurídica que les acompañe''.

Lo único que les ha llegado es una carta del gerente, en la que les comunican que ya no tiene que haber ningún paciente ingresado en el hospital. El gobierno madrileño habla simplemente de un traslado al Hospital Clínico San Carlos.

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, asegura que no es un cierre, sino un ''traslado'' al hospital clínico San Carlos.

Según el gerente del hospital, en una carta enviada a los jefes de departamento, es un ''cese definitivo de su actividad''.

Trabajadores y pacientes se han manifestado para evitar la desaparición del centro sanitario. A pesar de eso, Madrid ha avisado que revisará la plantilla del hospital. Ellos ya saben que finiquitan, pero porque lo han visto en sus planillas, ya que nadie se lo ha comunicado personalmente.