Para encontrar ropa de segunda mano ya no tenemos por qué ir solo a tiendas vintage o aplicaciones de compraventa. Ahora, las grandes multinacionales también apuestan por darle una nueva vida a sus prendas. Gigantes del textil como Inditex o H&M ya tienen webs donde revender, donar o reparar la ropa usada.

Los beneficios, contener el auge del fast fashion: "En España, en 2021 nos ahorramos 1'4 millones de toneladas de CO2 con moda de segunda mano y también se ahorraron 52 toneladas de plástico", señala Celia Ojeda, responsable del área de Biodiversidad de Greenpeace.

La contaminación textil supone el 10% de las emisiones globales y el 20% de las aguas residuales. De esta forma, se trata del mayor contaminante a nivel global. En este sentido, Celia Ojeda destaca que "para hacer un pantalón vaquero, necesitamos 7.500 litros de agua, lo que supone la misma cantidad de agua que bebe una persona durante siete años".

Con la inflación, ahorrar y buscar un modo de vida más sostenible se convierte en prioritario para muchos: "Va a seguir creciendo porque es una doble victoria, por la sostenibilidad y por el ahorro", defiende Michele, consumidora de ropa de segunda mano.

La Organización Internacional del Trabajo estima que para 2030, 24 millones de empleosse basarán en la economía circular. "Cuando empezaron a subir todos los precios, ropa que yo tenía desde hace mucho tiempo colgada empezó a venderse", cuenta Pilar, vendedora de ropa de segunda mano en Vinted.

Comprar ropa usada no es nada nuevo, pero la Generación Z es la más concienciada con esta forma de consumir. "Se está haciendo muy popular entre los jóvenes por la conciencia social y medioambiental", subraya Michele. El auge de la ropa de segunda mano nos demuestra que hay que cosas que no pasan de moda.