No es el día de San Fermín, pero cada año, salvo excepciones, el 6 de julio es uno de los días más importantes de los pamploneses: el chupinazo (o 'txupinazo', en euskera) . Y así se ha notado este miércoles en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona, pues los últimos dos años navarra no ha podido vivir su fiesta grande, debido a la pandemia.

Este año el encargado de prender el cohete que ha dado inicio a las fiestas de Pamplona ha sido Juan Carlos Unzué, exfutbolista y exentrenador de fútbol. Desde que en 2020 hizo público que padecía ELA, Unzué se ha convertido en un referente de la visibilización y la lucha contra esta enfermedad, protagonizando campañas, charlas, documentales y libros en los que cuenta en primera persona su convivencia con la esclerosis lateral amiotrófica. Y hoy ha hecho lo mismo desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona, donde el futbolista ha pronunciado unas palabras dedicadas a los sanitarios.

"Pamploneses, iruindarrak. Este chupinazo va dedicado a todas y todos los sanitarios y las personas que nos han ayudado en toda la pandemia y a todos los enfermos con ELA, especialmente a Montxo". (Montxo Iriarte, presidente de la Asociación ANELA (Asociación navarra de esclerosis lateral amiotrófica). Con esas palabras y un "viva San Fermín, gora San Fermín", Unzué ha lanzado el chupinazo elaborado, al igual que en ediciones anteriores, por la pirotecnia Fiesta, que lo ha decorado de color rojo y con las imágenes de San Fermín y el escudo de Pamplona.

Acto seguido, los asistentes han repetido el 'viva' y el 'gora' y tras el estallido del chupinazo se han ido anudando el pañuelo al cuello y han disfrutado de la alegría y de la música en los primeros compases de la fiesta para dar comienzo a 204 horas de Sanfermines que finalizarán el próximo 14 de julio con el Pobre de mí.