Caminante, el 'cebada gago' que retrasó el segundo encierro, empitonó a un murciano y no quiso entrar en corrales

El segundo encierro de los Sanfermines de 2025 comenzó como todos: muchos mozos, ataviados de blanco y con el tradicional fajín y pañuelico rojos, calentando antes de correr; los periódicos en la mano para entonar los tres cánticos a San Fermín, el lanzamiento del cohete que da el pistoletazo de salida del encierro y, por último los toros de la jornada, los de la ganadería Cebada Gago, unos ejemplares que suelen protagonizar encierros peligrosos.

Desde hace años, los Cebada Gago corren en el segundo día de las fiestas de Pamplona. Y en esta edición, lo mismo. La manada ha comenzado subiendo la cuesta de Santo Domingo junta, aunque estirada, aunque poco después ya se han separado, con un toro castaño tomando la delantera. Caídas, muchas caídas, y tensión, en un encierro en el que ha habido mucha gente.

Pero el momento de máxima tensión ha tenido lugar cuando uno de los toros se ha descolgado de la manada: en concreto ha sido Caminante, un 'cebada gago' de 575 kg que se ha quedado solo en la calle Estafeta y que, en solitario y con retraso, ha recorrido los últimos tramos del encierro: Telefónica y el callejón de la plaza.

Durante el encierro, Caminante ha hecho gala de la fama de su ganadería pero también de su nombre, y ha caminado hacia atrás, provocando momentos de tensión entre los mozos. ¿Quién espera encontrarse a un toro de frente? Mirando de lado a lado, girándose y despistando a los corredores, ha llegado a empitonar, en el tramo de Espoz y Mina, a un murciano de 38 años procedente de Caravaca de la Cruz. Como resultado, una herida por asta de toro en la axila derecha.

Según los datos de Sanfermin.com, los Cebada Gago tienen en su haber el ser la ganadería que más corneados ha dejado en muchos de los tramos de los encierros: 11 en la cuesta de Santo Domingo, cuatro en Ayuntamiento, 15 en Estafeta, 9 en Telefónica y 16 en el callejón de la plaza.

Caminante es un toro nacido el 23 de enero de 2020, un ejemplar de capa negro entrepelado de 575 kg, el segundo más pesado de los siete 'cebada gago' que se han trasladado a Pamplona para las fiestas de San Fermín, sólo por detrás de Lioso, un astado de 580 kg.