Que el acoso ha saltado al entorno digital es una realidad que nos golpea a diario: casi el 40 % de los jóvenes han sufrido ciberacoso en su infancia, según una encuesta de Save the Children. Uno de los casos más recientes fue el que sucedió con el vídeo sexual grabado dentro de la discoteca Waka de Sant Quirze del Vallès (Barcelona). El vídeo, que se grabó sin el consentimiento de la menor que aparecía, se viralizó en redes como Twitter y Tik Tok, y circuló durante días. Tanto la familia de la chica como del otro chico que salía también denunciaron la difusión del vídeo y pidieron su retirada de la red, pero el daño ya estaba hecho: todavía permanecen decenas de vídeos en Tik Tok de usuarios comentando ese caso y en el que se vierten todo tipo de opiniones nocivas hacia ambos jóvenes cuando el caso se encuentra aún bajo investigación.

La velocidad a la que corre la información en las redes sociales amplifica el efecto destructivo de un caso así. Para mitigar este daño, RepScan, empresa de reputación online, ha desarrollado un llamado"Botón Rojo"con el que dar una respuesta rápida a casos de ciberbullying y violencia digital.

Centrado en servir a colegios, entidades deportivas y otros colectivos interesados en acabar con el acoso en internet y las redes, el objetivo es que padres y menores puedan hacer frente rápido y de forma gratuita cuando se difunden imágenes de una agresión o de carácter íntimo.

Este servicio de alerta temprana funciona las 24 horas del día los 7 días de la semana: desde que se activa la alerta, RepScan identifica el contenido negativo, lo elimina de Internet y realiza un seguimiento para evitar que las imágenes indebidas se vuelvan virales y provoquen más daño a las víctimas.

"Se puede denunciar a la Policía pero la respuesta es bastante más lenta", apunta Alejandro Castellano, cofundador de esta empresa especializada en reputación en internet. De hecho, apunta, incluso los agentes recomiendan a las víctimas recurrir a empresas como la suya para atajar el problema lo más rápido posible.

Además de la lentitud de la Justicia, el gran muro que puede enfrentarse un o una joven que sufre acoso son las propias redes sociales: ¿cómo se contacta con ellas y cómo hacer que respondan? Gracias a sus conocimientos legales, RepScan consigue saltar esa barrera con más eficiacia: "El 75% de las solicitudes de borrar contenido de Facebook no se atienden, mientras que nosotros tenemos una tasa de éxito del 90%", apunta Castellano.

Con su labor, añade, intentan "forzar" a las grandes redes sociales a poner medios para solucionar esto", en especial a WhatsApp, la popular app de mensajería, a la que acusan de escudarse en la supuesta privacidad de los contenidos de los usuarios para no eliminarlos.

Aunque sus servicios tienen coste, RepScan tiene presente su responsabilidad social y colabora de forma gratuita con la Asociación Stop Violencia de Género Digital; además, ofrecen sus servicios sin coste a personas sin recursos. También están hablando con administraciones públicas para llegar a acuerdos de colaboración. En la misma línea, no trabajan para agresores sexuales ni quieren lavar la imagen de partidos políticos ni de sus miembros.

Un problema global y que afecta más a las chicas

Unicef, agencia de Naciones Unidas para la infancia, considera el ciberacoso como un fenómeno global que no se limita solo a los países ricos: uno de cada tres jóvenes en todo el mundo dice haberlo sufrido, según una encuesta elaborada en 30 países.

El sondeo, en el que participaron más de 170.000 personas de entre 13 y 24 años, señala que uno de cada cinco jóvenes llegó a saltarse clases como consecuencia de ese acoso. Redes sociales como Facebook, Instagram, Snapchat y Twitter son el lugar más común para el ciberacoso.

Y como en tantas cosas, son las chicas las que se ven más afectadas por estos casos: casi el 85% de las víctimas de ciberdelincuencia sexual son menores de edad, y el 72% son chicas, según el informe del Ministerio del Interior de 2021 sobre los delitos contra la libertad sexual.

Además el ciberbullying se da de muchas formas y en muchos casos actúan incluso mafias que usan a personas para engañar otras, compartir contenido sexual para acabar chantajeandoles y pedir dinero a cambio. En otros casos se trata de enemigos o exparejas que hacen uso de lo que se llama la "pornovenganza", difundir contenido sexual de otra persona con el único ánimo de hacer daño.

Cómo detectar si tu hijo está sufriendo ciberacoso

Asociaciones como AMACAE, Asociación Madrileña contra el Maltrato Escolar, aseguran que "el ciberacoso ha aumentado" y que, además "es mucho más agresivo". Esta entidad madrileña ayuda a las familias y a las víctimas y trabaja en la prevención, dando charlas y coloquios en los centros educativos.

Muchas veces los jóvenes no cuentan el problema por vergüenza o miedo, por eso es importante estar alerta a las señales de cambios en el estado de ánimo: si están más tristes, no tienen ganas de salir con los amigos a la calle, no quieren ir colegio, o muestran miedo, puede ser que estén sufriendo algún tipo de acoso, sea en el mundo físico o en el virtual. Ante estos casos, puede ser muy útil pedir ayuda, tanto para cortar el grifo del acoso en las redes con la tecnología, como hace RepScan, o para frenar que el daño moral tenga consecuencias drásticas.