La joven de Barcelona acusada de haber arrancado la lengua de un mordisco a su novio durante un beso ha asegurado a laSexta.com que sufría malos tratos por parte del que fue su pareja y que, en el momento del suceso, él la estaba "ahogando".

Los hechos sucedieron en febrero de 2017, según el informe de la calificación del fiscal previo al juicio. El escrito de calificación del Ministerio Fiscal recoge que tras una discusión, en la que él quiso acabar con la relación, ella se marchó, pero al poco regresó arrepentida. Tras pedirle un último beso, indica el documento, le mordió la lengua y se marchó corriendo. El Ministerio Fiscal ha solicitado que se condene con ocho años de prisión a Adaia "por lesiones".

laSexta.com ha podido hablar con Adaia, quien denunció al hombre por malos tratos y le pide un año de cárcel, como recoge El Taquígrafo. La joven ha relatado su versión de aquel suceso, que tuvo lugar en la casa de Vilanova i la Geltrú donde vivían juntos. Ella explica que esa noche discutieron y que la situación se puso violenta. Ella quiso salir a un locutorio "a las tantas de la noche" para poder cargar el móvil, ya que él no se le permitía: "Él me siguió, me cogió, se puso encima y cuando pasó eso me estaba ahogando". Adaia relata, muy nerviosa, que el chico la tenía retenida "con una mano en el cuello", que no podía moverse y que llegó a pensar que se "iba de este mundo".

Adaia niega los hechos que se han dado a conocer sobre este caso, asegura que la declaración de su ex es mentira y también niega tener trastornos de personalidad o que sufriera inestabilidad. Sí refiere estar muy afectada tras el maltrato psicológico y físico que dice haber sufrido por parte del chico.

De igual forma, la joven niega que se conocieran a través de una plataforma de contactos y que en realidad fue en un curso de monitora deportiva en el que él daba clase.

Para Adaia, la diferencia de edad, la fuerza de él y la situación de fragilidad de la chica, por motivos personales anteriores, hacían "imposible que yo le hiciera nada".

De hecho, explica, anteriormente al suceso de aquella noche ya había vivido otra situación violenta en 2016 en la que él le había agredido de forma similar. Fue un vecino en ese caso el que llamó a los Mossos d’Esquadra tras escuchar los gritos de socorro. Sin embargo, ella no se atrevió a denunciarle después, aunque él sí la denunció, dice, también acusándola de agresión.

La joven afirma también que se encuentra muy afectada por las acusaciones que está recibiendo en las redes sociales tras conocerse su caso.