Juan Carlos Aguilar, el falso monje Shaolín', de 49 años de edad, acusado de asesinar a Yenny Sofía Rebollo y a Maureen Ada Otuya en Bilbao en mayo y junio de 2013, respectivamente, es juzgado en la Audiencia Provincial de Bizkaia. Las acusaciones piden un total de entre 40 y 45 años de cárcel para el procesado. Aguilar fue detenido el 2 de junio de 2013 por la Ertzaintza, alertada por una vecina de la calle Máximo Agirre, que había visto a una mujer pidiendo auxilio en la puerta del gimnasio propiedad del 'falso monje Shaolín'. 

El acusado encontró en un cubículo del interior del local a la víctima inconsciente a causa de los golpes a los que había sido sometida y al acusado con las manos ensangrentadas. La mujer, Mareen Ada Otuya, de 29 años y natural de Nigeria, que había estado atada con unas bridas, fue trasladada al Hospital en estado de coma, donde falleció el 5 de junio. 

Durante la investigación, los agentes encontraron en el gimnasio y en domicilio del procesado de la calle Iturriza el cadáver descuartizado de otra víctima, Yenny Sofía Rebollo, colombiana de 40 años. 

La Fiscalía solicita 20 años por cada uno de los delitos de asesinato con alevosía, y el pago a los familiares de las víctimas de un total de 286.000 euros. En concreto, reclama indemnización de 100.000 euros para el Aymar Martínez Rebollo, el hijo de Yenny, otros 100.000 euros para el padre Santiago Rebollo Tuirán, y 9.800 para la madre, Benicia Rebollo Jaraba. 

Además, exige 77.000 euros para Godspower Otuya, padre de Ada. Por su parte, la acusación popular, ejercida por Clara Campoamor, pide que se imponga a Aguilar 20 años de cárcel por el asesinato con alevosía de Yenny Sofía Rebollo y 25 por el de Maureen Ada Otuya con las agravantes de alevosía y ensañamiento. 

En el caso de la primera, no ha solicitado pena por ensañamiento al desconocerse buena parte de las circunstancias en las que se produjo el crimen, ya que el cuerpo había sido descuartizado, y algunos restos los habría tirado el autor de los hechos a la Ría.