Vestido de militar, un hombre salta la valla de seguridad y se cuela en el recinto de los leones. En ese momento, un felino se abalanza sobre él y lo echa al foso de un zarpazo. Durante media hora, tres animales lo muerden y lo arañan hasta que los servicios de emergencia consiguen ponerlo a salvo.

El protagonista del incidente en el zoo de Barcelona se llama Justo, tiene 45 años, y es un viejo conocido de la Policía. Hace apenas dos semanas, fue detenido por colgarse de la fachada de La Pedreara con pancartas en las que comparaba el aborto con el genocidio nazi.

Una pancarta con un mensaje similar exhibió el 9 de octubre en Valencia durante el acto de la Senyera. Un mes antes, durante la Diada, Justo quemó una bandera independentista en Barcelona frente al monumento a Rafael Casanovas. Acciones de protesta, a veces, extremas, que en esta ocasión han estado a punto de costarle la vida.