Miquel Montoro, el youtuber adolescente que con apenas 11 años se hizo famoso por su célebre frase "Hòstia, pilotes! Que son de bones, m'encanten!" y un vídeo en el que enseñaba a pelar naranjas, se ha pronunciado ahora sobre el futuro de las granjas, en plena polémica por las explotaciones ganaderas, el consumo de carne y el bienestar animal.

En sus años acercando el campo al gran público, Montoro se define como "un payés que sube vídeos a Youtube" y con esa misma sencillez ha puesto sentido común a la polémica. Con el mismo talante que habla de sus animales o de la cocina de sus madre, de los valores de su tierra o de sus labores diarios compaginando los estudios, el campo y su creación de contenidos, el joven youtuber señala en una entrevista en la cadena Ser que lo importante de toda este polémica es el cuidado de los animales. Así de sencillo. "Lo más importante es tener las vacas bien cuidadas", sentencia. Algo para lo que cree que es fundamental también que se enseñe a respetar el producto que consumimos, en este caso la carne, y la forma de producirla.

Tres claves de alguien muy joven que da una lección. Y pide además mirar hacia la escuela, porque es ahí donde se sientan las bases de la educación de la sociedad del futuro. Cree Montoro que hay que enseñar desde pequeños a los niños a valorar el producto, lo que comen y cómo lo comen.

"Mucha gente no ve más allá del producto que ve en el congelador y se le tendría que explicar por qué para llegar a eso han tenido que trabajar varias personas", señala. Y añade un matiz, sobre la dignidad de los animales: "nunca he ido a una corrida de toros, ni ganas, la verdad. Considero que si tienes que matar a un animal no debes humillarlo, que es lo que sucede en este tipo de acontecimientos. Un toro es un toro, no puedes quitarle su dignidad".

También confiesa que le gustaría pasar una tarde con Greta Thunberg y poder intercambiar opiniones sobre cómo ve el la vida en el campo las complicaciones a las que se enfrentan y que ella le diera también su punto de vista. Una vez más, muestra de una postura abierta al aprendizaje y al entendimiento. Algo que los mayores deberíamos ser capaces de aplicar también.