El popular chef Karlos Arguiñano se ha convertido en uno de los protagonistas de la semana. Pero en esta ocasión no lo ha sido por preparar un plato exquisito, sino por verter una serie de críticas por la gestión de la pandemia en España frente a la llegada masiva de turistas desde Francia que se han viralizado a las pocas horas y que han sido tan elogiadas como afeadas al cocinero. Todo ocurrió este jueves, 18 de marzo, mientras explicaba cómo preparar bocadillos de morcilla y lasaña boloñesa.

Arguiñano ha comenzado su alegato señalando que él no puede ir a La Rioja por las actuales restricciones aplicadas en España para impedir el avance del coronavirus en el país. "Sin embargo, los franceses vienen como locos a España. Entran por Barajas la mayoría de ellos. ¿Eso cómo es? ¿Me lo podéis explicar?", se ha preguntado el chef, que ha insistido en plantear cómo es posible "que nosotros no podamos ir a saludar a nuestros abuelos y mayores con todos los cuidados, y que los franceses vengan y se mamen como osos".

"Dicen que aquí hay mucha juerga y fiesta, y que están muy contentos de venir a España. Con la mascarilla aquí (señalándose la barbilla), y enseñando el culo a las cámaras", ha proseguido criticando Arguiñano, que ha lamentado que parezca necesario que "venga Macron" para solucionar la situación en España: "Los de aquí, ¿qué? ¿No van a venir a mandar? Vamos a controlar un poco el país, que bastante tienen los políticos con sus rollos, que son insufribles".

En este punto, Arguiñano ha guiado sus críticas, mientras continuaba cocinando, hacia los dirigentes de España: "Estamos los españoles ya hasta el moño de los políticos. Qué gorileros, qué barbaridad, qué ganas de estar sentados en unos asientos". Para el chef, habrá 100 políticos "buenos", pero "tenemos a 10.000 malos", y ha añadido: "Con 100 buenos nos bastaría para que España fuera un país líder, pero con tantos malos somos el hazmerreír del resto de países".

Así, ha concluido: "Nosotros a lo nuestro, a cocinar. A pagar impuestos para que otros babeen". Las críticas de Arguiñano se dan poco después de conocerse la oleada de franceses que han ido llegando esta semana a nuestro país, escapando de las restricciones impuestas en el país galo para disfrutar de la apertura de comercios como bares y restaurantes, cuyos límites y horarios son de momento más laxos. De hecho, este viernes conocíamos que hasta 1.500 franceses llegaron a Madrid en un solo día a tiempo para el fin de semana.