Halloween es una de las fiestas paganas más celebradas de nuestro siglo. Y aunque el pensamiento popular lo relaciona con las costumbres americanas, lo cierto es que su origen se sitúa en Irlanda.

Las raíces de esta fiesta coinciden con la celebración de un festival celta llamado 'Samhain' al finalizar la temporada de cosechas en Irlanda y dar paso al año nuevo celta. Todo ello coincidía, además, con el solsticio de otoño.

Según la creencia popular, durante la 'Noche de Brujas', la puerta entre el mundo de los muertos y los vivos quedaba abierta y los espíritus podían vagar libremente. Por ello, los celtas dejaban comida en la calle a modo de ofenda y encendían velas para ayudar a las almas atormentadas a encontrar su camino.

Con el paso del tiempo, esta festividad evolucionó hacia un aspecto más cristiano y se empezó a relacionar con la víspera de 'Todos los Santos', que en inglés se traduce como 'All Hallow's Eve' y que ha acabado llamándose 'Halloween'.

Con el paso del tiempo, las culturas han ido adaptando esta celebración a sus costumbres y tradiciones. En la nuestra, se suelen utilizar disfraces de terror, como el de fantasma, bruja, calavera o vampiro, entre otros. Además, se suelen celebrar fiestas con comida y decoración relacionadas con esta temática.