El fiscal Javier Caraballo, titular de la Fiscalía Segunda Especializada Contra la Delincuencia Organizada, dijo a periodistas que la abundante información recogida de más de 100 servidores de la firma, especializada en gestión de patrimonios, fue asegurada para su revisión en las 27 horas que duró el allanamiento.

Caraballo descartó medidas cautelares o secuestro de bienes tras la diligencia, que se enfocó en recoger toda la información de la empresa para que pueda ser revisada por el Ministerio Público, aclaró el fiscal. "No tenemos elementos contundentes que nos permitan tomar algún tipo de decisión (...) La mayoría de los archivos de la compañía son virtuales, casi no tienen archivos físicos", explicó.

"Estamos hablando de una cantidad importante de información que necesita ser analizada para poder llegar a algún tipo de conclusión", indicó el fiscal sobre la documentación de Mossack Fonseca, contenida en 100 servidores virtuales y en "otra gran cantidad de servidores físicos".

El 3 de abril, cuando salió a la luz la filtración masiva de la base de datos del bufete panameño, el Ministerio Público anunció que investigaría si la firma había incurrido en delitos para ayudar a personalidades de todo el mundo a gestionar sus patrimonios al margen de la ley y del fisco de varios países, como informaron medios internacionales.

Sin embargo, pasaron nueve días para que la Fiscalía panameña allanara las oficinas de la empresa, algo que fue criticado por portavoces de diversos sectores, como el sindical.

Cinco días después de la divulgación de los presuntos delitos, las autoridades salvadoreñas allanaron la sucursal del bufete en ese país, y el pasado lunes hizo lo mismo el organismo tributario peruano en la oficina de la empresa en Lima.