El Gobierno en funciones considera que las empresas ya han tenido tiempo suficiente para adaptarse al registro horario. "Ha habido dos meses para planificar, y por lo que veo nadie se lo ha tomado en serio", ha lamentado la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio.

No obstante, después del reproche, Valerio ha asegurado que serán flexibles estos primeros días: "Se dará un margen de maniobra dentro del respeto y del cumplimiento de la ley para que pueda ponerse en marcha el sistema de registro horario".

Desde Ciudadanos han tachado la medida de "electoralista" y han criticado duramente su puesta en vigor. "Hay que cambiar la manera en la que trabajamos, pero no hay que hacerlo con las fórmulas del siglo XX, sino con las fórmulas del siglo XXI. Creo que lo que hace Sánchez es una chapuza", ha asegurado Toni Roldán, secretario de Programas de Ciudadanos.

Desde la Asociación de Trabajadores Autónomos se han sumado a la crítica y han dicho que el registro horario genera incertidumbre en algunos sectores. "En determinadas actividades que no disponen de centro de trabajo va a ser muy complicado", ha asegurado el presidente de la organización, Lorenzo Amor.

Sin embargo, ante los que acusan al Gobierno en funciones de escasa planificación, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha respondido: "No ha habido precipitación. Creo que hemos ido muy tarde a defender a los trabajadores". Por su parte, Pablo Iglesias ha valorado positivamente la medida y ha aprovechado para tender la mano a Sánchez.

"Es absolutamente fundamental que en este país las horas extra se controlen y se paguen. Si formamos parte del próximo gobierno, que estoy convencido de que será así, en este país se van a comprobar las horas extra", ha incidido el secretario general de la formación morada. Una medida que es obligatoria ya y que entra en campaña.