El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ha celebrado sus 20 años de "resistencia" frente a ETA en un acto celebrado en San Sebastián, en el que su presidenta, Consuelo Ordóñez, ha dicho que seguirán "dando la batalla" porque tienen "logros pendientes muy importantes".

En el donostiarra Palacio de Miramar, en la ciudad donde ETA cometió más asesinatos -en 111 los cifra Covite-, esta organización ha conmemorado su aniversario ante socios, amigos y algunas de las personas a las que ha otorgado su premio anual, como el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez y Joaquín Echeverría, padre de Ignacio Echeverría, asesinado en el ataque yihadista del puente de Londres en junio de 2017.

Ha habido lágrimas y mucha emoción en esta ceremonia, que ha reunido a Teresa Díaz Bada, Cristina Cuesta y la propia Ordóñez, las tres mujeres que fundaron Covite en 1998, una entidad que agrupaba solo a víctimas vascas del terrorismo, luego abierta al resto de España, y que hace cerca de cinco años vivió una escisión con la marcha de dos centenares de socios.

"Fuimos necesarios entonces y lo seguimos siendo ahora. Tenemos que decir alto y claro que vamos a resistir porque tenemos logros pendientes muy importantes. Hoy el proyecto de ETA sigue vivo, nos quieren imponer un relato, una mentira muy organizada en la que diluir las responsabilidades de ETA y olvidar a nuestros familiares", ha asegurado Ordóñez,

Ha insistido en que "ganar la batalla del relato" y "deslegitimar el proyecto de ETA, más vivo que nunca en las instituciones", son dos retos "importantísimos" para Covite, que ha reivindicado también su "independencia" frente a gobiernos y partidos políticos, de los que ha acudido una exigua representación: los dirigentes del PP Amaia Fernández y Borja Sémper, y la eurodiputada de UPyD y también víctima del terrorismo Maite Pagazaurtundua.

La expresidenta de los populares vascos María San Gil se encontraba asimismo en el acto, en el que Ordóñez ha reprochado a los gobiernos del PP y del PSOE "haberse arrodillado ante ETA y sus exigencias de ETA" y ha vuelto a reclamar al Ejecutivo central "la foto del final de ETA protagonizada por las Fuerzas de Seguridad del Estado".

"Que detengan hasta el último etarra", ha exigido la líder de Covite, quien ha comentado, usando en tono irónico la terminología de la izquierda abertzale, que esta noche el "comando silicona" de la asociación ha estado de "ekintza (acción)" en Ibarra para colocar una placa en memoria del guardia civil Aurelio Prieto, asesinado junto a la ermita de esa localidad guipuzcoana en 1980.

"Todos aquellos que nos han hecho la vida imposible, todos aquellos que nos han odiado tanto, no saben que nos hemos curtido en la más absoluta de las adversidades, en un ambiente totalmente hostil, y que las dificultades nos dan fuerza, que nos venimos arriba y seguiremos arriba", ha advertido la hermana de Gregorio Ordóñez, el concejal popular asesinado por ETA en 1995.

En esta jornada de "recordar, agradecer y celebrar", como ha dicho Cristina Cuesta, la otra impulsora de la asociación, Teresa Díaz Bada, hija del superintendente de la Ertzaintza Carlos Díaz Arcocha, al que ETA mató en 1985, ha recalcado que las víctimas "siempre mantuvieron la dignidad", que quienes la perdieron fueron los que durante años "miraban para otro lado", "una sociedad vasca que nos mostró ni un ápice de compasión".

"El Estado democrático estuvo ausente", ha afirmado Díaz Bada, encargada de abrir el acto, que ha concluido con la proyección de un documental con testimonios de víctimas, cuyo guion ha escrito Cuesta, hija de Enrique Cuesta, delegado de Telefónica en San Sebastián, asesinado en 1982 por los Comandos Autónomos Anticapitalistas.

La ha seguido en el turno de intervenciones Gómez Bermúdez, quien ha pedido perdón por "no haber podido juzgar y esclarecer los asesinatos sin resolver" y por "la falta de capacidad" para ponerse desde la judicatura "en el lugar de las víctimas".

"Pido perdón por no haber hecho todo nuestro trabajo correctamente", ha subrayado el magistrado, Premio Covite en 2005, un galardón que han recibido, entre otros, el exconsejero del PNV Joseba Arregi y Carmen Alba coordinadora de la Oficina de Asistencia a las Víctimas del Terrorismo de la Audiencia Nacional, también en el Palacio de Miramar.

También ha acudido el teniente coronel de la Guardia Civil Gabriel Ordad en nombre de los miembros de los cuerpos de Seguridad de España y Francia que en 2008 recibieron la misma distinción por su cooperación en la lucha antiterrorista.