En su vuelta al
Congreso, Rato no solo ha culpado al Gobierno de su detención, también del
hundimiento del sistema bancario, empezando por Bankia: "El 6 de mayo el
ministro de Economía me exigió la dimisión, que se hizo efectiva el día 9, y la
acción de Bankia se desplomó".
Incluso ha acusado a De
Guindos de ocultar información al Banco de España: "Mis conversaciones con el
ministro De Guindos sobre Bankia durante marzo, abril y mayo de 2012, en
ninguna de esas reuniones estuvo presente el Banco de España. Mi opinión
personal es que se le ocultaron estas reuniones".
Los dardos envenenados
al actual ministro de Economía han sido una constante en su comparecencia, una
intervención en la que ha justificado las duras consecuencias de la crisis: "¿Sabe
cuánto han perdido los accionistas privados de la banca española? ¿Eso lo
consideramos un saqueo? No, eso es el mercado amigos".
También ha presumido de buena gestión al frente de Bankia: "Mientras que yo
estuve no tuvimos ningún problema de liquidez". Ha defendido incluso la salida a Bolsa por la que
se sentará en el banquillo: "No hay ni una sola persona que haya podido decir
que le hemos forzado a comprar acciones".
Su nula autocrítica
contrasta con los reproches a todos, desde el FROB al Banco de España: "Esta teoría
de que el Banco de España no conocía las cuentas es imposible".