El Consejo Político de la CUP ha iniciado una reunión en la que debe decidir si los diputados de esta formación apoyan la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat, o por el contrario, la rechazan y con ello precipitan para marzo un adelanto electoral en Cataluña.

Durante la jornada, la CUP ha querido mantener un silencio hermético pero ya no hay vuelta atrás, tienen que pronunciarse con un sí o un no a Artur Mas. 93 personas debaten la posición final del partido pero son 68 los que votan que opción es la definitiva.

El único escenario que daría de nuevo la presidencia a Artur Mas es cediendo dos diputados, de los 10 que tiene la formación, con un sí y los 8 restantes optarán por una abstención.

Por lo contrario hay dos escenarios para un no a Mas. En primer lugar dividir el voto, con 5 a favor y 5 en contra. Otra opción sería que los 10 diputados de la CUP se abstengan.

Pero a los anticapitalistas les ha costado mucho llegar hasta aquí. Han celebrado numerosas asambleas con múltiples votaciones hasta llegar a un insólito empate a 1515 votos que dividía la formación.

Una demora que se ha convertido en un suplicio para el president en funciones que ha tenido que escuchar en varias ocasiones el rechazo directo de la CUP. Si finalmente hay elecciones, será la cuarta vez que los catalanes están llamados a las urnas desde 2010.

También estudian cuatro propuestas alternativas presentadas por las asambleas territoriales que tienen como finalidad favorecer el consenso dentro de la formación, muy dividida ahora entre quienes son partidarios de investir a Mas para dar continuidad a la legislatura y al proceso independentista o los que están en contra y prefieren unas elecciones en el mes de marzo.

Estas propuestas de las asambleas territoriales, de las que no ha trascendido su contenido concreto, buscarían compensar un posible apoyo a la investidura de Mas con un refuerzo del plan de choque social que propone Junts pel Sí (CDC y ERC).

Según fuentes de la CUP el "sí" a la investidura de Mas se impuso con rotundidad en la asamblea del Nord-Oriental (comarcas de Girona, principalmente), pero también en la del Maresme, en la de Ponent-Pirineos y en el Vallès Oriental.

Por el contrario, el "no" triunfó en las asambleas de Barcelona, Baix Llobregat y Vallès Occidental, mientras que se produjeron resultados equilibrados en Camp de Tarragona y Terres del Ebre.