Rafá Zohuier es 'el conseguidor' del 11M. Detenido el 18 de marzo de 2004 y sentenciado a 10 años de prisión por intermediar entre el comando terrorista y los mineros que facilitaron los explosivos. Ha pasado a la historia negra de España no solo por lo que hizo, sino por su chulería durante el proceso.

Portero de discoteca, traficante de droga y confidente de la Guardia Civil. laSexta Noticias ha tenido acceso al informe sobre su evolución dentro de la cárcel: “Se destaca rasgos de personalidad paranoide, egocentrismo, histrionismo y búsqueda de afecto”. Persona paranoide pero integrada según el escrito.

“El interno conoce de manera superficial el Corán y durante estos años ha asumido con entera libertad los valores propios de nuestro país”. Pero no ha asumido su culpa en los hechos. Sigue declarándose inocente. “Ha pedido perdón a las víctimas por si entienden que él podía haber hecho mucho más por evitar los atentados del 11M pero Rafá Zohuier no cometió ningún hecho delictivo” cuenta Antonio Albarca, abogado de Zouhier.

Para las víctimas es otro episodio más en la pesadilla del 11M: “El destrozó la vida de 191 personas, más de 2.000 heridos y en 10 años va fuera. Esto es simplemente un dolor añadido” confiesa Pilar Manjón, de la plataforma de Afectados por el 11M.

Durante toda la semana y con su salida de la cárcel las víctimas de la masacre han estado pidiendo su expulsión del país. Con su expulsión las víctimas están más tranquilas pero Zouhier se enfrenta a su gran miedo: ser señalado en su país como chivato por haber sido confidente policial.