Felipe González se ha manifestado en estos términos al ser preguntado por el fenómeno de los escraches antes de participar en un almuerzo de la Asociación para la Defensa de la Transición y ha afirmado que es "una importación que hemos hecho de Argentina donde se hacía por causas distintas, y no es la mejor importación que hemos hecho".
En opinión del expresidente, se está creando un cierto consenso de que la movilización contra los desahucios no implique "violencia contra las personas".
Por otro lado, respecto a las advertencias de la Comisión Europea sobre los datos macroeconómicos, González se ha declarado "un optimista escarmentado", pero ha precisado que el optimismo hay que administrarlo bien. Por ello el expresidente del gobierno considera que lo de Bruselas es un poco contradictorio".
Ha asegurado que en un país "con el 25 o 26 por ciento de paro y un 50% de paro juvenil no se puede decir que las cosas estén mejorando". "Porque además de ser un dato social insoportable es un dato económico y no es posible que haya confianza cuando el proceso de destrucción de empleo nos ha llevado hasta eso".
Ha agregado que "no es posible que haya confianza cuando el proceso de destrucción de empleo nos ha llevado hasta eso. Bruselas no puede decir que las cosas están mejorando".
González también ha opinado sobre la decisión de la Junta de Andalucía de expropiar pisos a los bancos para frenar los desahucios, y cree que es una "buena" idea, aunque ha admitido que no ha leído el decreto y que cuando lo haga dará su opinión.