Nuevas conversaciones entre Enrique Ortiz con la familia de Díaz Alperi revelan la gran complicidad existente entre ellos, sus bromas iban más allá de la relación de un empresario y un político. Y el interés de Ortiz por conocer al detalle cuánto había gastado la hija de Alperi refuerzan la teoría de la UDEF de que pagó parte de esa casa.
Al conocer la información, ella reaccionó compungida. Elisa Díaz, diputada del PP en las Cortes Valencianas decía "somos una familia normal". Y su padre, el exalcalde de Alicante, se mostraba cabreado: "me dan ganas de devolver".
Pero detalle tras detalle y prueba tras prueba, la Policía acredita el supuesto cohecho. Sobre todo gracias a las conversaciones intervenidas, que nos permiten conocer, por ejemplo, el desmedido interés de Enrique Ortiz por los pagos de la hija del alcalde.
Lo más difícil de justificar es la entrega del dinero, o el bocadillo, como le llaman en clave, Ortiz utiliza a su propia esposa para sacarlo. Las conversaciones son claras. En una ocasión, la mujer de Ortiz le entregó a Díaz Alperi 60.000 euros, según la Policía. Minutos después llamó a su marido para comunicarle que todo había ido bien.