Fuentes de la Dirección General de la Policía han precisado el contenido de la circular remitida el pasado viernes a todas las dependencias policiales, en la que se insta a los agentes a no usar la palabra escrache en sus comunicaciones, diligencias y escritos referidos a estos actos de protesta.

Según dicta el texto de la orden, difundido por el SUP, en "todas las comunicaciones, escritos y diligencias en las que se notifique que se han producido acosos, amenazas y coacciones a representantes políticos, dejará de utilizarse el término 'escrache'". Los "escraches" deberán ser denominados por los agentes a partir de ahora "con la acepción castellana correspondiente", entre las que proponen "acoso, amenazas o coacciones".

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha denunciado este lunes que con esta orden lo que se pretende es sustituir el término escrache por los de acoso, amenazas y coacciones, lo que conllevaría que los agentes imputasen estos hechos delictivos en todas las protestas, sean o no pacíficas.

Sin embargo, las fuentes han explicado que la decisión de eliminar el término escrache de todos los escritos policiales se debe a que esta palabra, que comenzó a utilizarse en Argentina para definir las protestas frente a domicilios de procesados por delitos cometidos durante la dictadura, no está recogida en la legislación vigente.

Así, lo que se pide a los agentes es que sigan utilizando los mismos términos que hasta ahora, de manera que si se tata de una concentración pacífica se notifique como tal y si por el contrario se producen altercados o hechos delictivos, como coacciones o amenazas, se refleje con los términos que figuran en la legislación.

"El Ministerio del Interior lo que pretende con esta circular es criminalizar a priori el escrache, es decir, no diferenciar entre aquéllas acciones que no son violentas -en las que no se produce acoso, amenazas ni coacciones-, de las otras en las que sí se producen", defiende José María Benito, portavoz del SUP.