Oriol Junqueras quería demostrar que los nacionalistas también tienen sus instrumentos: "¿Alguien cree que no somos capaces de parar la economía catalana durante una semana? Y, si lo hacemos, ¿qué impacto tiene sobre el PIB español?". No se quedaba ahí el líder de ERC, que también mencionó otros cocos, como la prima de riesgo y los acreedores extranjeros.

Una pataleta que evita valorar directamente el Gobierno catalán que, no obstante, matiza entre líneas Francesc Homs: "Requiere una gran determinación buscar una vía segura, pero también requiere hacer las cosas bien".

Menos críptico ha sido el PSC, que recuerda que no está el horno para bollos. "Supondría ver caer el PIB catalán un 2% y no está el horno para bollos", ha afirmado el socialista Maurici Lucena.

Y todavía menos dulce el reproche de Ciutadans, desde donde señalan que estas amenazas son intolerables. "No es una anécdota. Lo de ayer no es una más de las amenazas de ERC. La de ayer es la amenaza", señala su portavoz Jordi Cañas.

Tambores de huelga que pasa de comentar el patrón de los empresarios. "Las propuestas fuera de la realidad no merecen tener valoraciones", ha valorado Joan Rosell. Ante el aluvión de críticas, Junqueras ha matizado que él no hablaba de huelgas, sino de una simple demostración de fuerza.