Tres artificieros del Ejército han fallecido hoy y otros dos militares han resultado heridos como consecuencia de una explosión cerca de un mortero ubicado en un vehículo blindado ligero en la Unidad de Zapadores del cuartel de la Legión Álvarez Sotomayor de Viator (Almería).
Los fallecidos, que regresaban de una práctica de desactivación de explosivos, son dos brigadas y un sargento y perdieron la vida por la explosión, cuyas causas se están investigando y que se produjo en un vehículo BMR, que cuenta con una plataforma para morteros, según han informado a fuentes militares.
Uno de los brigadas fallecidos, Antonio Navarro (1967), es soltero, ingresó en 1987 en el ejército, estaba destinado en la BRILEG desde 1995, era técnico en desactivación de explosivos (TEDAX) y había participado en misiones en Bosnia, Kosovo, Líbano y Afganistán.
El otro brigada es Manuel Velasco (1968), casado y con dos hijos, que ingresó en el ejército en 1986, destinado en la BRILEG desde 20002, operador de EOD (desactivación de explosivos) y que había participado en misiones en Bosnia, Congo, Líbano y Afganistán.
El tercer fallecido es el sargento José Francisco Prieto, casado y nacido en 1979, que ingresó en el ejército en 1998 como soldado, destinado en la BRILEG desde 2010, operador de EOD y que había participado en misiones en Kosovo y Afganistán.
Los heridos son un sargento y una cabo primero, aunque ésta sólo sufrió rasguños y ha regresado a la instalación militar, según ha relatado su madre, Carmen Escámez, que ha detallado que su hija lleva unos tres años en el cuartel de Viator y ha participado cuatro veces en misiones internacionales en Afganistán.
Por su parte, el sargento herido permanece ingresado en el hospital Torrecárdenas de Almería con distintas fracturas. La deflagración se ha producido a las 14.20 horas, según fuentes del servicio de emergencias 112, y al lugar de los hechos se desplazaron cuatro equipos de emergencias del 061, dotaciones de bomberos de la capital, patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Local.
La explosión es la más grave sufrida por el Ejército de Tierra en una de sus instalaciones en España desde la deflagración que acabó con la vida de cinco militares en Hoyo de Manzanares (Madrid) el 24 de febrero de 2011.
DOS PERSONAS HAN RESULTADO HERIDAS