Lleva sólo 48 horas en el Ayuntamiento, y Manuela Carmena ya ha tenido que aceptar la dimisión de uno de sus concejales, el de cultura. Se va por la publicación, hace arios años, de tuits con chistes antisemitas o sobre víctimas del terrorismo. Pero antes de tomar una decisión, se ha reunido con él.

Guillermo Zapata dimite, aunque explicaba que los tuits formaban parte de un debate sobre límites del humor, y pidió perdón. Unas explicaciones que no bastan para los demás grupos, que han pedido su cese. Manos Limpias, incluso, le ha denunciado por delitos de genocidio.