El jefe del comando Otazua de ETA, Daniel Pastor Alonso, sienta en el banquillo de los acusados junto a Iñigo Zapirain y Beatriz Etxeberria por el asesinato el 22 de septiembre de hace cinco años del brigada de Ejército con un coche bomba colocado en el Patronato militar de Santoña (Cantabria).
El jefe del comando Otazua de ETA, Daniel Pastor Alonso, ha pedido ser expulsado de la sala de la Audiencia Nacional que le juzga por el asesinato en 2008 del brigada de Ejército Luis Conde como rechazo a la "represión" en el País Vasco, en referencia a la operación contra Herrira.
Pastor, que se sienta en el banquillo de los acusados junto a Iñigo Zapirain y Beatriz Etxeberria por el asesinato el 22 de septiembre de hace cinco años del brigada de Ejército con un coche bomba colocado en el Patronato militar de Santoña (Cantabria), se ha negado a declarar y responder a las preguntas.
"No voy a responder ninguna pregunta de este tribunal que defiende el amparo de la tortura y mucho menos en el día de hoy, que se han incumplido los derechos de los ciudadanos y ciudadanas vascas con represión en las calles", se ha limitado a decir en alusión a la detención este lunes en las tres provincias vascas y Navarra de 18 miembros de Herrira, la organización de apoyo a los presos etarras.
Después de pronunciar esta frase, Pastor ha pedido de forma voluntaria ser expulsado de la sala, por lo que ha sido conducido a la "pecera" acristalada donde también se encontraban los otros dos acusados. Tanto Daniel Pastor, alias "Txirula", como Iñigo Zapirain, "Aritxa" y Beatriz Etxeberria, "Kot", se enfrentan a penas que suman 486 años de cárcel por asesinato terrorista consumado y en grado de tentativa por las otras 25 personas que se encontraban en el edificio cuando se detonó la bomba, siete de ellas heridas.
Testimonio de la viuda de Conde
La viuda del brigada del Ejército de Tierra, Luis Conde, asesinato por ETA el 22 de septiembre de 2008, ha desvelado en el juicio que se sigue en la Audiencia Nacional que se enteró de una "manera horrible", a través de la radio, del atentado que había sufrido su marido. "Las pesadillas que yo he tenido son muy grandes, desde ese momento esa sensación no se la deseo ni a mi peor enemigo", ha añadido.
"Me enteré de la manera más horrible que te puedes enterar, por una radio", ha revelado la viuda del militar, que ha rememorado que llamó entonces por teléfono a su cuñado para pedirle que su hijo acudiera a ver a su padre que "estaba muy mal". Tras ello, ha denunciado la sensación de "abandono" que sufrió a lo largo de las dos horas que tardó en saber que su marido había muerto.
"Simplemente me sentí sola. A una víctima nunca se le debe dejar sola, mi marido murió y la sensación de impotencia es muy grande. Estaba bloqueada, es una sensación de abandono", ha relatado, para añadir que esa noche recogió las pertenencias de Conde en la residencia militar y fue trasladada a un hotel.