Se excusa diciendo que quería quedar de patriota con la vocal de VOX a la que envió los mensajes. A ella le cuenta su intención de tener encuentro con el líder de la formación: "Me gustaría comentar mi plan con Santiago Abascal. Yo soy francotirador y con un tiro preciso se acaba con Sánchez".

A través de WhatsApp le confiesa su voluntad de morir por España si es preciso. Llega a comparar el escenario con el asesinato de Kennedy y precisa información sobre el presidente: "Necesito algún periodista que me pase información sobre la agenda de Pedro Sánchez. Pienso alquilar un piso cerca y preparar todo como en la peli 'Una bala para el rey'. Sería lo más rápido para que hubiese elecciones ya y sacar a ese hijo de puta del medio".

Pero en su declaración posterior, nada más lejos de la realidad: dice que no era más que una fantasía estúpida. "Sí, yo mandé todos esos WhatsApp. Hasta yo me he quedado alucinado al leer todo lo que escribo, es la primera vez que mando mensajes de este tipo. Es decir, expresando mi voluntad de matar a Pedro Sánchez".

Y lo justifica así: "El día que le propuse el asesinato a la representante de VOX había bebido. Sé que no es excusa pero había bebido. Tome una botella entera de vino y después un tuvo. Creo que bebí también unas cervezas por la mañana, ese día sé que me afecto más de lo habitual".

Asegura que ese día estaba inspirado y que no pretendía llevar su plan a cabo: "Lo leo y me doy cuenta de que son tonterías porque no tengo dinero para alquilarme un piso como para desarrollar un plan criminal. Vivo en un loft con mi madre enferma".

Los Mossos encontraron un arsenal de armas en su domicilio que reconoce poseer: "Reconozco que tengo un Cetme, las ballestas y las flechas que encontraron las hice yo. La única arma con la que podría disparar a distancia es la 308". Pero en su declaración, sorprendido, asegura que la munición era normal. ni mucha ni poca.