El entonces director general de la Marina Mercante, José Luis López Sors, ha asumido toda la responsabilidad de la desastrosa medida de alejar el Prestige de la costa. El único cargo público imputado en el caso ha reiterado que, en aquel momento, era la mejor decisión que podía tomar.
López Sors ha sido contundente. Él daba las órdenes y ningún superior las supervisaba. Tras esta declaración, Cascos y el Ministerio de Fomento quedan libres de toda responsabilidad sobre el rumbo suicida que tomó el buque. Para 'Nunca Mais' y Greenpeace, López Sors es sólo el cabeza de turco.
El interrogatorio se ha centrado en la orden errónea de alejar el Prestige de la costa. "A mí me parecía mejor que el barco se hundiera lejos y no cerca de la costa", ha declarado Sors. Un error garrafal que, según ha explicado, hizo para aliviar el desastre. "Pensé que sería menos dañino para el medio ambiente".
Pero lo cierto es que supuso todo lo contrario. Un desastre ecológico sin precedentes que se podía haber evitado llevando el barco a un puerto refugio o trasvasando el fuel en la ría de Concurbión. López Sors ha confesado que ni siquiera se plantearon esas opciones. Sors ha sido el tercer y último acusado en declarar. Se enfrenta a cinco años de prisión.