El candidato a presidir el PP Pablo Casado ha asegurado que la comida que mantendrá hoy en Madrid con la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, y varios exministros del Gobierno de Rajoy "no es contra Sáenz de Santamaría", la otra candidata en este proceso.

En una entrevista en la Cadena Ser, Casado ha explicado que es un encuentro planificado "desde hace días" y refleja que prácticamente dos terceras partes de los exministros se sienten identificados con su proyecto, así como la propia secretaria general del partido.

Sobre posibles presiones de Rajoy para que no se celebre este encuentro, Casado ha afirmado que le "consta" que no ha sido así y que, por el contrario, el aún presidente el partido se ha comprometido a mantener la neutralidad "absolutamente exquisita" en este proceso y "lo está cumpliendo".

Además, ha indicado que sus reproches por que la operación diálogo con Cataluña, pilotada por Sáenz de Santamaría, "no fue bien" no se dirigen al Gobierno de Rajoy por quien se ha "partido la cara" como nadie. "Criticarle a él sería criticarme a mí", ha dicho a este respecto, aunque ha reivindicado que él es un político sin la "mochila" que supone la gestión en el Gobierno.

Casado no ha querido confirmar si cuenta con el apoyo del presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, en esta carrera por liderar el partido, ya que el 'barón' gallego tiene que "hablar por sí mismo". Pero ha subrayado que Feijóo ha recordado que la suma de los votos a su candidatura y los de Cospedal en la primera vuelta en esta comunidad es "nítida". También que ayer más de una decena de cargos del PP gallego le dieron el apoyo, por lo que cree que su proyecto "ha conectado" en Galicia.

Sobre la investigación sobre su máster y si dimitirá en el caso de ser imputado, ha asegurado que tiene "conocimiento de causa" para afirmar que ese supuesto "no va a ocurrir" porque ese caso no tiene ningún recorrido y es un tema "irrelevante y capcioso". Ha rechazado que Sáenz de Santamaría esté detrás de este asunto, sobre el que ha advertido de que no hay que ser un experto para darse cuenta de que plantearlo ahora, diez años después de conseguir el título, "no es casual".