Urdangarin, que respondió a las primeras preguntas del fiscal durante dos horas el pasado viernes, defendió que su papel era "más el mundo del deporte y la relación con las personas". Admitió que la empresa que comparte a medias con su mujer, Aizoon, contrató a trabajadores que él nunca conoció y de cuya existencia ha sabido a raíz de la investigación judicial, unas contrataciones que achacó al cuñado de su socio, Miguel Tejeiro, quien las hacía por asuntos fiscales.

El marido de la infanta negó además que cobrara "ningún peaje" ni "ninguna comisión" por mediar para que el Govern balear patrocinara el equipo ciclista Illes Balears-Banesto, como declaró el expresidente autonómico Jaume Matas sobre los 300.000 euros que cobró la empresa Nóos Consultoría al Govern balear por ocuparse de la oficina de seguimiento de dicho patrocinio.

El fiscal cree que el marido de la infanta y su socio utilizaron el Instituto Nóos y las entidades satélites para saquear fondos de instituciones públicas de Baleares, Valencia y Madrid. Urdangarin está acusado de tráfico de influencias, malversación, prevaricación, fraude, estafa, falsedad contra Hacienda y blanqueo de capitales.

El grupo socialista en el Ayuntamiento de Valencia pide para él 11 años de prisión, la Fiscalía una condena de 19 años y medio y Manos Limpias solicita 26 años y medio. Una vez finalice la declaración de Urdangarin, solo faltarán las de la infanta Cristina y el abogado Salvador Trinxet para que terminen las comparecencias ante el tribunal de los 17 acusados en el juicio.

En un principio, estaba previsto que las declaraciones de todos los acusados terminaran el 26 de febrero, pero dado que algunas comparecencias de acusados se alargaron más de lo previsto (la de Torres duró 27 horas repartidas en cuatro jornadas), el tribunal ha habilitado sesiones adicionales de mañana y tarde los días 2, 3, 4 y 7 de marzo. A partir del 8 de marzo está previsto que empiecen a declarar los más de 350 testigos citados.