El de las balas, uno de tantos

España ha adjudicado 46 contratos por más de 1.000 millones a la industria militar israelí desde que estalló la guerra en Gaza

La otra cara
El Gobierno sostiene que no compra ni vende armas a empresas israelíes desde el 7 de octubre de 2023, pero un informe del Centre Delàs contabiliza 46 contratos adjudicados desde entonces.

Los otros contratos
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El Gobierno ha tenido que rectificar la adjudicación de un contrato a una empresa israelí para comprar munición para la Guardia Civil. Pero ese contrato, que Moncloa ha decidido rescindir tras una tremenda crisis en la coalición de gobierno, sería solo uno de tantos, a pesar de que el Ejecutivo sostiene que ni compra ni vende armas a Israel en el contexto de la guerra en la Franja de Gaza.

Sin embargo, un informe del Centre Delàs d'Estudis per la Pau, que este viernes publica un adelanto, recoge que el Gobierno ha adjudicado 46 contratos a empresas militares israelíes por valor de 1.044.558.955 euros desde el 7 de octubre de 2023. De ellos, a fecha de este jueves había 10 que aún no se habían formalizado.

El comunicado con el que el Gobierno anunció la rescisión del contrato el mismo jueves, sin embargo, sostenía que "desde el 7 de octubre de 2023, España ni compra ni vende armamento a las empresas israelíes". "Ni lo hará en el futuro", agregaba. "Los procesos de compra que siguen abiertos se iniciaron antes de dicha fecha y, los que sean armamento, no se van a ejecutar", añadía.

Según el Centre Delàs, los 10 contratos no formalizados de adquisición de material militar israelí incluyen los lanzacohetes SILAM (por valor de 576,4 millones de euros) y los misiles SPIKE (por 237,5 millones), así como otros contratos con las empresas de defensa israelíes IMI Systems LTD, Netline Communications Technologies (NCT) Ltd y Guardian Homeland Security S.A.

Fuentes del Ministerio de Defensa consultadas por laSexta el jueves señalaban sobre el lanzacohetes SILAM que se firmó su desarrollo y fabricación en España por las empresas Escribano y Expal, pero admitían que la cadena de suministros de esta última podría incluir "un componente tecnológico bajo licencia de la israelí Elbit, hoy no sustituible". Mismo argumento que usaban con respecto al programa Spike, desarrollado por la española Pap-Tecnos, pero cuyo proveedor tecnológico es la israelí Rafael.

El Centre Delàs, en cualquier caso, denuncia que el Gobierno "ha mantenido la contratación de productos militares a empresas israelíes a pesar de haber reiterado que esto no ocurría" y alerta que, si bien "algunas de las adjudicaciones corresponden a servicios de mantenimiento y/o modernización de productos adquiridos en el pasado, otras suponen nuevos acuerdos que podrían aumentar la dependencia" de la industria militar israelí.

Sumar exige revocar los contratos pendientes

Sumar exige al Gobierno que se anulen todos los contratos pendientes con empresas armamentísticas israelíes, pero la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha guardado silencio al ser preguntada al respecto este viernes.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, sin embargo, insiste: "Todos los contratos que se formalicen relativos a la compra de armamento con un Estado genocida como está siendo el de Netanyahu (…) tienen que ser revocados", ha asegurado ante la prensa. En idéntico sentido se ha pronunciado el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy: "Lo que hay que hacer es cumplir con la palabra dada. cualquier contrato que pueda estar en marcha debe ser rescindido y suspendido", ha reclamado.