El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha afirmado este viernes que no quiere tomarse "como presión ni como amenaza" sus palabras sobre el apoyo que dan los socialistas a los llamados 'alcaldes del cambio', y le ha recordado que su partido facilitó gobernar al PSOE en Extremadura y Castilla-La Mancha.

"Cuando se llega a acuerdos sobre bases progresistas, es un mal camino que el PSOE pretenda amenazar a las alcaldías del cambio, eso no lo van a entender los ciudadanos", ha dicho Iglesias, en declaraciones a Radiocable.

Así, se ha reafirmado en que Podemos no le dará al PSOE "un cheque en blanco" para que Pedro Sánchez llegue a la Moncloa, sino que insistirá en proponerle un Gobierno de coalición en el que haya "garantías" y se comparta la responsabilidad. "Nosotros no mentimos, somos firmes, no podemos decir una cosa y la contraria", ha recalcado.

En esa línea, ha dejado claro que no renunciará a pedir la vicepresidencia de un Gobierno de Sánchez, argumentando que en un Ejecutivo de coalición "la primera consecuencia es que la primera fuerza nombra al presidente", así que "no tendría sentido que pidiera a la segunda que renuncie a la vicepresidencia". Su modelo, ha dicho, es el valenciano, donde Compromís ostenta la vicepresidencia en un Gobierno presidido por el PSOE, "y les va bastante bien".

Además, ha defendido que no dijo "nada que fuera mentira" cuando acusó al expresidente socialista Felipe González de tener "el pasado manchado de cal viva", en alusión a los crímenes de los GAL. "Si he mentido en tal cosa que nos lo digan, creo que lo que dije es cierto", se ha reafirmado, desoyendo a los dirigentes socialistas que este jueves le emplazaron a pedir perdón por esas palabras.

Por último, ha dicho que si hubiese nuevas elecciones a él le encantaría contar con gente como el portavoz de IU, Alberto Garzón, pero que sus organizaciones políticas tienen "proyectos políticos distintos".