El rey ha reivindicado los valores de la concordia y el respeto, así como la importancia de la cultura para enriquecer la convivencia, y ha defendido una España "de brazos abiertos", alejada del pesimismo o el desencanto y orgullosa de lo "mucho y admirable" que juntos han conseguido los españoles.
Tras reseñar los méritos de los premiados este año en cada una de las ocho categorías, el rey ha elogiado a todos ellos por ser "la representación más alta y brillante" de "ese anhelo por hacer un mundo mejor donde prevalezcan la concordia, el respeto y la solidaridad".
"Gracias a todos y cada uno de vosotros, somos más conscientes de que el progreso es siempre fruto de muchos esfuerzos compartidos entre personas de orígenes diversos, entre culturas y creencias distintas, entre naciones diferentes", ha señalado, antes de subrayar que estos premios y la fundación que los otorga nacieron por un sentimiento de "amor profundo a Asturias y a toda España".
"Nacieron, ha destacado el Monarca, con la voluntad de afirmar una España que, como dijo Unamuno, tiene que ser de brazos abiertos, en la que nadie pueda sentirse solo en el dolor o la adversidad; una España alejada del pesimismo, del desencanto o del desaliento, fiel a su irrenunciable afán de vivir y orgullosa de lo que somos, de lo que juntos hemos conseguido, que ha sido mucho y admirable".