Dentro de su abultada agenda judicial es un caso menor, pero el primero en el que Enrique Ortiz enfrenta la cárcel. El constructor se ha encontrado a las puertas del juzgado con un viejo conocido. Un espontáneo ya le importunó en busca de su minuto de gloria. "¿Sabe usted si su señoría le va a poner el culo fino?", le ha dicho.

A la caza de más protagonismo casi ha sacado de quicio a Ortiz, que una vez a salvo dentro del juzgado se ha enterado de que no declarará hasta julio. Uno de los inspectores de Hacienda propuestos por el fiscal no ha comparecido, por eso se ha suspendido el juicio. Ha explicado Francisco Ruiz Marco, abogado de Enrique Ortiz.

El constructor se enfrenta a una pena de cuatro años y medio de prisión por un presunto fraude fiscal cometido hace una década. Poca cosa teniendo en cuenta que está imputado en una rama de Gürtel y en tres piezas del caso Brugal

Su particular relación con la exalcaldesa de Alicante Sonia Castedo primero les encumbró y ahora les ha hundido a ambos. Ortiz sigue manteniendo a flote su constructora a la espera de que arrecie la tempestad judicial que se le avecina.