Cuando sus resultados no gustan, se menosprecian. "Son una foto de lo que hay, pero no de lo que habrá", señala Pedro Sánchez sobre las encuestas. Por su parte, Pablo Iglesias asegura que "quien gane las elecciones lo dirán los ciudadanos, no los sondeos".
Incluso, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, precisa que "no soy un analista de encuestas. Ya veremos qué dicen los españoles". Pero cuando vienen bien dadas, se ensalzan y se disfrutan. "Subimos en las encuestas. Que sigan, por favor", comenta el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.
A dos meses de las elecciones no sólo van a seguir. Van a ser un no parar, pues es tiempo de sondeos. "Estamos en el periodo previo a las elecciones, y eso hace que cambien los resultados", asegura Kiko Llaneras, editor de Politikon.
Pero si ese factor es importante, hay otro que todavía provocará más disrupciones. "Tenemos un 20% o un 30% de las personas entrevistadas que responden "No sabe/No contesta", afirma Llaneras.
Los sondeos más sonados de octubre son los de Demoscopia y DYM, que por primera vez le otorgan a Ciudadanos la medalla de plata en la carrera electoral con altos porcentajes. Pero nada que ver con los que le dan otras encuestas, que le siguen colocando en tercera posición.
"Ya no hay un 80% de la gente con su voto decidido, y eso vuelve locas las encuestas", explica Guillermo López, analista político. Locas o no, todas coinciden en que gana el Partido Popular, pero la horquilla que le dan van desde el 23,5 al 27,8. Por su parte, el PSOE fluctúa entre un pírrico 18,2 y el 24,6. Y Podemos se mueve entre el 13,8 y el 17.