Las fuerzas nacionalistas e independentistas históricas sumarán 26 escaños en el próximo Congreso de los Diputados lo que supone 12 escaños menos que hace cuatro años cuando cosecharon su mejor resultado histórico con 39 asientos en la Cámara Baja; pese a este retroceso, su presencia les sigue otorgando un papel clave en algunas combinaciones para la formación de Gobierno. 

Una de las causas de este descenso es la irrupción con fuerza de Podemos. La formación de Pablo Iglesias se ha convertido en la más votada en comunidades de fuerte arraigo nacionalista como el País Vasco y Catalunya. En Euskadi ha logrado desplazar al PNV del primer puesto. Los nacionalistas vascos pierden 30.000 votos, pero suman seis escaños, uno más de los que ya tenían.

Quien parece haber acusado especialmente la entrada en escena de Podemos en una elecciones generales es Bildu, que pasa de seis escaños a tan sólo dos en el País Vasco, donde se ha dejado 100.000 votos con respecto a las pasadas generales donde se presentaron bajo las siglas de Amaiur. Los abertzales también pierden el escaño que lograron hace cuatro años en Navarra, donde se han dejado 20.000 votos.